Papel Velado

El proceso fotográfico siempre es fiel, se limita a mostrar lo sucedido: el revelador hace su acción sólo allí donde haya llegado luz. Tras someter al papel fotográfico a la prueba del revelado, nos encontramos con el resultado: hay oxidación. Esto evidencia que entró luz. La silueta de una mano en medio de la composición – que se repite también de variadas formas en otros de los papeles exhibidos – viene a ratificárnoslo. Esa es la mano agente, la mano responsable. La mano que abrió el sobre y lo veló. Procediendo como detectives, sometida la prueba al procedimiento, sólo nos basta ahora observar y sacar conclusiones. La evidencia del acto se desprende del revelado del material. De esta manera, asunto y procedimiento se han mancomunado. Presentación y representación, transparencia y reflexión, ocupan ahora el mismo lugar. No hay dispositivo, hay tan sólo fotografía.
El papel velado se ha vuelto índice de aquel acto, la fotografía misma se ha vuelto índice. Con muy poco nos dice mucho. Nos encontramos así con el catálogo de las posibilidades elementales de la fotografía. Hay negro, hay blanco, hay gris. La fotografía en su estado elemental.
Los materiales que componen la obra son papel fotográfico Ilford Fibra Mate 20 x 25 cm, passepartout negro de alma negra libre de ácido Crescent, vidrio de 2 mm, MDF de 3 mm, y madera de marupá de 1,5 x 3,5 cm.
Posee 2 sistemas de colgado diferentes, el colgado de seguridad se realiza con 2 tarugos y tornillos de 6 mm, la obra debe quedar pegada a la pared.