El correr de los días

Los días se suceden uno a uno. Las estaciones se suceden una a una. El sol sale todos los días, una y otra vez. El tiempo pasa. Las cosas cambian.
A veces hay hojas en el suelo, otras veces las han barrido. A veces llueve, otras veces hace frío. Son pequeños sucesos de todos los días. Sin embargo hay algo que persiste, que resiste al cambio, son esas pequeñas pervivencias del pasado en el presente que muestran que el tiempo también puede tener otro tiempo. En medio de esa cotidianeidad, de esa existencia llana y rutinaria que propone la ciudad, hay pequeños sucesos que me hablan del tiempo. Me gusta sacarle fotos a cosas que siento que ya pertenecen al pasado en el tiempo que las miro. No sé si esas cosas son pasado porque les saco fotos y las miro después o porque ya son pasado cuando les apunto la cámara. Con la fotografía puedo recordar, y puedo parar el tiempo. Volver a mirar el pasado, una y otra vez.